Corría el mes de marzo del año de 1909 cuando los antiguos miembros del gabinete y otros allegados al presidente Díaz lo lanzaron como presidente junto con Ramón Corral, quien ocuparía el puesto de vicepresidente, en caso de ser electos.
En julio de 1909 Díaz llamó a su colaborador y opositor popular Bernardo Reyes para mandarlo a Europa en un supuesto viaje de estudio a las academias militares para que se pusiera al corriente en cuestión de estrategias y armas. Como fiel servidor de Díaz, Reyes acepta la propuesta, dejando a sus seguidores a merced del creciente Maderismo, el cual logró sumar a sus filas a muchos de aquellos reyistas.
Ese mismo año hubo elecciones en el estado de Morelos, la peculiaridad de estas fue la apairción de un opositor contra el candidato oficial, que era Pablo Escandón un hacendado azucarero y ferrocarrilero. El opositor de nombre Patricio Leyva, tuvo el apoyo de los clubes de los municipios de dicha demarcación, uno de ellos fue el de Villa de Ayala, al que asistía Emiliano Zapata. A pesar de este apoyo, Leyva perdió las elecciones, dejando inconformes a sus partidarios, pero no se levantaron en armas.
Así mismo hubo elecciones en el estado de Yucatán, donde también fue impuesto el candidato oficial, aunque esto no repercutió en el clima social de la Ciudad de México ni de ningún otro punto de la república. Sin embargo el derrotado en Yucatán no se quedaría conforme con lo ocurrido , pues más tarde resurgiría y quedaría su nombre escrito con tinta indeleble en las rojas páginas de la historia de la Revolución Mexicana, su nombre era: José María Pino Suárez.
Por su parte, mientras Madero realizaba su viaje de propaganda política, los miembros del Partido Antirreeleccionista, lo proponen como candidato oficial a la presidencia, mientras que Francisco Vázquez Gómez contendría para el puesto de vicepresidente.
En el mes de junio de 1910 este par se presentó en Saltillo donde tuvieron mucho éxito, de ahí partieron a Monterrey, que era la segunda ciudad con más habitantes en el país y con una industria de trasformación en crecimiento, además de ser poseedora de una gran parte de la élite porfirista. Madero llegó a la plaza junto con su secretario Roque González, durante este, llegó la policía y lo arrestó por una supuesta obstrucción del tránsito y por “escandalizar en vía pública”. Fue llevado a la Ciudad de México, donde fue enjuiciado, y su abuelo ,Evaristo Madero, se vio obligado a intervenir en el asunto, pues como antiguo gobernarte del estado de Coahuila, aún tenía poder sobre la burocracia porfirista. Se acordó dejar a Francisco I. Madero en libertad bajo caución y se le llevó a la ciudad de San Luis Potosí, que haría las veces de cárcel, pues tenía prohibido salir de esta. Estando ahí se llevan a cabo las elecciones, presidenciales el primero de julio de 1910 . Como era de esperarse,gana una vez más don Porfirio Díaz y Ramón Corral, presidente y vicepresidente, respectivamente.
Una vez victorioso, Díaz comienza a planear y a festejar el centenario de la Independencia, haciendo gala de la hospitalidad mexicana, recibiendo a las embajadas de varios países, haciendo grandes obras y echando no la casa, sino el país entero por la ventana. Mientras, el 5 de octubre de ese mismo año, Madero, disfrazado de albañil, se embarca en uno de los ferrocarriles de la zona escapando así de su cárcel. Llega a Nuevo Laredo, Tamaulipas y cruza la frontera, donde se propone llamar a sus seguidores para impedir que Díaz recibiera el poder de nuevo, pero esta vez sí se levantarían en armas, pues por la vía legal les fue imposible intervenir en el futuro del país y no veían otro camino. Díaz sería el presidente legal, porque las leyes lo dictaminaban pero no era legitimo porque se deshizo de su opositor más fuerte el día de las elecciones.
Madero llega a Laredo, Texas el 7 de octubre de 1910, donde escribe su plan de acción fechado el 5 del mismo año y mes, mejor conocido como el Plan de San Luis. Ahí se queda Madero con el permiso de los Estados Unidos quien lo ve con buenos ojos como candidato a la presidencia mexicana. Sus seguidores esperaban la palabra de Madero mientras reunían armas por si se les daba aviso de tomarlas.
Las elecciones de 1910
PLAN DE SAN LUIS
Proclamado públicamente como presidente de la Junta Revolucionaria encargada de dirigir la revolución, Madero publicó el plan de San Luis, fechado el 5 de octubre por ser el último día que estuvo en dicha ciudad, y para evitar así repercusiones internacionales. En la formulación del plan, colaboraron con él sus hermanos Julio, Raúl y Alonso; y los también exiliados Juan Sánchez Azcona, Roque Estrada, Rafael Cepeda, Federico González Garza, Aquiles Serdán y Enrique Bordes Mangel.
En el Plan de San Luis, Madero expone los argumentos necesarios para justificar el inevitable movimiento armado, seguido de una relación de los acontecimientos políticos provocados por Díaz. Declara que después de revisar todas las actividades de su partido, de agotar todos los recursos legales para declarar nulas las elecciones, y dispuesto a no permitir que “esta situación violenta e ilegal continúe”, se asume como presidente provisional hasta “que el pueblo eligiera su gobierno de acuerdo a la ley”, proclamando el principio de “no reelección”.
En el Plan de San Luis, Madero se comprometió a respetar todas las obligaciones de gobierno contraídas antes de la revolución, a convocar elecciones tan pronto las condiciones fueran adecuadas, y a ser escrupuloso con los fondos públicos empleados. Al triunfo de la revolución, las leyes y decretos promulgados durante el régimen de Díaz serían revisados, y revocados los que estuvieran en conflicto con los principios del movimiento. En el documento señaló el domingo 20 de noviembre de 1910 para dar inicio a la lucha armada, el manifiesto debía circular con discreción hasta pocos días antes de esta fecha. Desde San Antonio se enviaron a México copias del plan, algún dinero, municiones y pertrechos.
En la Ciudad de México, a mediados de noviembre se descubrió el plan, el 17 de noviembre la prensa de la capital informó del complot en contra del gobierno. Ya para entonces, cientos de sospechosos habían sido arrestados para contestar al cargo de sedición. Debido a estos acontecimientos, Aquiles Serdán, que esperaba impacientemente el 20 de noviembre, resolvió comenzar la lucha armada con anticipación. Serdán y la mayor parte de su familia resultaron muertos.
El 19 de noviembre, Madero, salió de San Antonio con destino a Ciudad Porfirio Díaz, hoy Piedras Negras. Cruzó con éxito la frontera, pero se encontró con la sorpresa de que el pequeño ejército que esperaba no estaba en el lugar, y que las armas y las municiones que había pagado no habían sido entregadas. Descorazonado, sin haber disparado una sola arma, Madero regresó sobre sus propios pasos, a su juicio la revolución, que nunca había deseado, era un fracaso.
Francisco I. Madero (antirreleccionista)