El artículo analiza la oposición política al régimen de Francisco I. Madero (1911-1913) a través de la prensa de la época, específicamente el periódico El Mañana, cuyo director Jesús M. Rábago perteneció a la alta aristrocracia que añoraba la vuelta de Porfirio Díaz y al ascenso de Victoriano Huerta fungió como su secretario particular. Se muestra el manejo de algún sector de la opinión pública a través de la diatriba y el constante ataque a la administración maderista frente a sus desaciertos y debilidades. Hay un cuadro, resumen de algunas publicaciones de estos años, que refleja el grado de politización de los lectores de diarios y revistas en la ciudad de México y la inserción de algunos textos que ejemplifican la sátira y el desprecio con que se refirió la reacción mexicana a la primera administración democrática del país.
